“El tema central será el territorio y las plantas de energía”, declaró el presidente de EE.UU., quien agregó: “Creo que las relaciones con Rusia van por buen camino”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este domingo que el martes mantendrá una conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el marco de las negociaciones sobre la propuesta de alto el fuego impulsada por Washington. Esta iniciativa, que busca una tregua temporal en Ucrania, ha sido respaldada por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
“Creo que las relaciones con Rusia están progresando bastante bien. Tal vez tengamos algún anuncio el martes”, comentó Trump a los periodistas a bordo del ‘Air Force One’ mientras regresaba a Washington desde Florida. También afirmó que hay “altas posibilidades” de alcanzar un acuerdo, ya que durante el fin de semana se han intensificado los esfuerzos para poner fin al conflicto.
Al ser cuestionado sobre qué exigencias haría a Putin para concretar un pacto, el mandatario estadounidense señaló que gran parte de la discusión girará en torno al territorio: “Hablaremos de tierras y de plantas de energía”, mencionó antes de indicar que ya están analizando cómo repartir ciertos activos.
Horas antes, el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, adelantó que el encuentro entre Trump y Putin será “muy positivo y beneficioso”. “Creo que es una señal alentadora. Muestra que hay un esfuerzo conjunto, tanto de Rusia como de Ucrania, por alcanzar una paz duradera”, afirmó.
Aunque Zelenski ha expresado su disposición a aceptar de inmediato el plan de Washington, Putin ha mostrado reservas al considerar que aún no aborda “las causas fundamentales del conflicto”, término que el Kremlin usa para referirse a la influencia de la OTAN en Ucrania.
El viceministro de Exteriores ruso, Alexander Grushko, insistió en una entrevista con el diario ‘Izvestia’ en que cualquier acuerdo de paz debe incluir garantías de seguridad firmes. “Exigiremos que se establezcan condiciones claras, ya que solo así se podrá lograr una paz duradera en Ucrania y reforzar la estabilidad regional”, explicó.
“Uno de los puntos clave de estas garantías debería ser la neutralidad de Ucrania y la negativa de los países de la OTAN a admitirla en la alianza”, agregó Grushko, recordando que esta condición ya figuraba en los borradores de acuerdos previos.
En cuanto a la posibilidad de que países europeos como Reino Unido y Francia envíen una fuerza de paz para supervisar el alto el fuego, el viceministro reiteró la postura del Kremlin, alineada con las declaraciones previas de Putin y el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, rechazando cualquier intervención.
“No importa bajo qué nombre se desplieguen las tropas de la OTAN en Ucrania—ya sea bajo el paraguas de la UE, la propia OTAN o de manera individual—, su presencia en una zona de conflicto conllevaría consecuencias inevitables”, advirtió.
Por último, calificó la idea de una misión de paz como prematura. “Hablar de un contingente internacional en esta etapa es poner el carro delante de los caballos. Primero, el acuerdo debe concretarse, y solo después se podrá discutir cualquier apoyo externo. Por ahora, es solo una distracción”, concluyó.